HAITI Y SUS CIFRAS ALARMANTES
Tras la independencia de Haití en 1804, el país se ha caracterizado por tener una inestabilidad política y violencia que, hasta el día de hoy, se sigue viviendo, y que ha desatado diversas problemáticas y consecuencias:
La mayor consecuencia que ha tenido el conflicto en este país, ha sido la vulneración de los Derechos humanos, derechos como: el derecho a la vida, a la dignidad, a la seguridad, a la libertad, al hogar (se han visto en la obligación de desplazarse y muchos de los hogares han sido destruidos por catástrofes naturales o violencia), a las mujeres y niños se les ha privado de la educación, y han sido sometidos a explotación laboral y sexual. Todo esto ha generado desigualdad social.
La pobreza y el analfabetismo son otras de las consecuencias del conflicto: según la revista BBC News Mundo, el 70% de haitianos viven con menos de dos dólares, menos del 35% de ellos entran a la escuela y llegan al bachillerato. Solamente cerca del 20% va a la escuela secundaria, por esa razón el alfabetismo entre adultos está estimado en un 50%.
Haití depende de la importación de alimentos, la producción propia sirve apenas para abastecer el 46% de las necesidades, por lo que este país es, después de Afganistán y Somalia, el tercer país con más hambrunas. Tan solo el 1% de la población, considerada como “los más ricos” controlan la mayor parte de las riquezas del país. Es el cuarto país del mundo más pobre y según la Organización de las Naciones Unidas, se coloca en el sitio número 146 de 173 en el índice de Desarrollo Humano.
Por otra parte, la salud es un ámbito que ha afectado la vida de esta población, solo 3 de cada 10 personas tienen acceso a un sistema de salud digno y servicio sanitario, vulnerando el derecho a la salud, además de que el 2,2% de la población adulta vive con VIH/sida, esto lo pone entre los 30 países con mayor tasa de prevalencia en el mundo.
En la lista de datos almacenado en Datos Macro se puede observar que en el 2018 murieron en 94.925 personas en Haití, más que en 2017, la tasa de mortalidad en 2018 creció, hasta situarse en el 8,53‰, es decir, 8,53 muertes por cada mil habitantes. Por lo tanto, mueren 260 cada día, en su mayoría por enfermedades o problemas de salud no tratados.
En 2004, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Haití reportó acerca de la violencia a mujeres y niños. El estado de violencia, inseguridad e impunidad marginalizó a mujeres Haitianas en sus vidas diarias, y las dejó vulnerables a la violencia sexual, a pesar de los múltiples reportes y llamados a la justicia, sobre todo en los barrios más pobres, no se le ha dado una verdadera seguridad a estas mujeres.
En cuanto a los niños, en el 2004 la mitad de la población de Haití tenía menos de 15 años y se habló sobre el tráfico de menores en Haití, ya que son víctimas de explotación, secuestros, y violencia por grupos armados. Sin embargo, no hubo investigación claras y eficaces.
Con lo mencionado, se puede evidenciar tan solo una parte de la vulneración de derechos como la libertad, la seguridad y la vida. Sin dejar de lado que Haití tiene un sistema judicial disfuncional, que no les da garantías ni respaldo a los derechos de sus habitantes, hay impunidad prevalente, ejecuciones extrajudiciales, condiciones infrahumanas en las prisiones, e incluso los sistemas u organizaciones que deberían proteger a la población, como la Policía Nacional, hace todo lo contrario a sus funciones y también violan derechos, arrestan y detienen arbitrariamente y equívocamente y hacen uso excesivo de fuerza.
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